ÁNGELUS
Tor Vergata
Domingo, 3 de agosto de 2025

Queridos hermanosy hermanas:

El Señor Jesús está presente en medio de nosotros y en nosotros, todo en todos en la Eucaristía. Unidos a Él queremos elevar un inmenso "gracias" al Padre por el don de estos días de su Jubileo. Ha sido una cascada de gracia para la Iglesia y para el mundo entero. Y lo ha sido a través de la participación de cada uno de ustedes. Por esto se lo quiero agradecer uno por uno, de todo corazón. Un particular recuerdo, mientras las encomendamos al Señor, para María y Pascale, las dos jóvenes peregrinas, una española y la otra egipcia, que nos han dejado en estos días. Agradezco a los obispos, a los sacerdotes, a las religiosas y a los religiosos, a los educadores que les han acompañado a ustedes; y también a todos aquellos que han rezado por este evento y han participado espiritualmente en él.

En comunión con Cristo nuestra paz, esperanza para el mundo, estamos más que nunca unidos a los jóvenes que sufren el mayor de los males, el que es producido por otros hombres. Estamos con los jóvenes de Gaza, estamos con los jóvenes de Ucrania, con todos aquellos cuya tierra está ensangrentada por las guerras. Mis jóvenes hermanos y hermanas, ustedes son el signo que un mundo distinto es posible, un mundo de fraternidad y amistad, donde los conflictos se afrontan no con las armas sino con el diálogo.

Sí, ¡con Cristo es posible! Con su amor, con su perdón, con la fuerza de su Espíritu. Mis queridos amigos, unidos a Jesús como los sarmientos a la vid, ustedes darán mucho fruto; serán sal de la tierra, luz del mundo; serán semillas de esperanza allí donde viven: en la familia, con sus amigos, en la escuela, en el trabajo, en el deporte. Semillas de esperanza con Cristo nuestra esperanza.

Después de este Jubileo, el "peregrinaje de esperanza" de los jóvenes continúa y nos llevará a Asia. Les renuevo la invitación que el Papa Francisco hizo en Lisboa hace dos años: los jóvenes de todo el mundo se volverán a encontrar junto al Sucesor de Pedro para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud en Seúl, Corea, del 3 al 8 de agosto de 2027. Esta Jornada tendrá como tema: «Tengan valor: yo he vencido al mundo» (Jn 16, 33). Precisamente la esperanza que habita en nuestros corazones nos da la fuerza de anunciar la victoria de Cristo Resucitado sobre el mal y sobre la muerte; y de esto ustedes, jóvenes peregrinos de esperanza, serán testigos hasta los confines de la tierra. Nos vemos en Seúl; continuemos a soñar juntos, a esperar juntos.

Encomendémonos a la materna protección de la Virgen María.